El pangolín, posible transmisor de Coronavirus en China
El coronavirus SARS-CoV-2, mejor conocido como COVID-19, se identificó como causa de neumonía atípica en el ser humano a finales del año pasado en la ciudad de Wuhan, China. A partir del primer caso la infección se ha extendido a todas partes del mundo, habiendo ocasionado hasta el 23 de marzo más de 332 mil infecciones y más de 14 mil muertes a nivel global.
El origen repentino de este virus, el cual nunca había sido identificado como agente infeccioso en el ser humano, ha sido motivo de polémica en el mundo científico y a nivel popular, lo que nos ha llevado a preguntarnos,
¿Cuál es el origen de este virus?
Pocas semanas después que el COVID-19 iniciara su expansión a diferentes continentes, se publicó en la revista científica bioRxiv que este virus presentaba una proteína, Proteina S o Spike, muy similar a la que presenta el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), reporte que, pese a ser muy cuestionado por la comunidad científica, originó la teoría conspiratoria que este virus pudo haber sido diseñado en algún laboratorio a partir de información genética del VIH.
Sin embargo, un estudio publicado el 22 de este mes en la revista “Journal of Proteome Research” hecha a la borda esta teoría, demostrando contundentemente que esta proteína S es efectivamente similar a la de VIH, pero también lo es a otras proteínas de diferentes virus, incluyendo a otros tipos de coronavirus que se han identificado en murciélagos.
Con los resultados obtenidos en este estudio se confirman lo sospechado desde el inicio de la pandemia, que el COVID-19 tiene muy probablemente un origen en los murciélagos y tras alguno de los fenómenos que ocurren con frecuencia en los virus como las mutaciones o combinación de diferentes virus, pasó al ser humano. Sin embargo, faltaba una pieza en el rompecabezas de la transmisión del COVID-19 al hombre: A la fecha, no se ha demostrado la transmisión directa de coronavirus del murciélago al ser humano, por lo que faltaba identificar al huésped intermediario.
En el estudio publicado en la revista “Journal of Proteome Research” se comparó la secuencia genética de los virus aislados en diferentes pacientes contra los aislados en el pangolín malayo, encontrándose una similitud entre ellos del 91%, lo que sugiere fuertemente que la transmisión de este nuevo virus ocurre del murciélago al pangolín y de este animal, por contacto directo, al hombre.
Fuente: Journal of Proteome Research.